No existe el momento ideal para llevar a cabo un sueño, así lo expresa Montserrat Torres, una joven apasionada por el trabajo artesanal y con conocimiento en diseño, quien se atrevió y cumplió su sueño de ser independiente.
“Siempre disfruté del arte y de las manualidades, y fue esa misma pasión la que me condujo a emprender con el apoyo incondicional de mi pareja, Raúl Serrano. Yo soy diseñadora gráfica y él magister en marketing y arquitecto. A ambos nos gusta innovar y dar riendas sueltas a la creatividad”, relata la joven.
La vida los situó ante una gran oportunidad que supieron aprovechar. Así, tras analizar el mercado y estudiar las opciones de llegada al público, dieron vida a Mykure Creaciones, una empresa que personaliza figuras en porcelana fría, atendiendo a los pedidos de sus clientes.
La idea del negocio, de acuerdo a lo relatado por Montserrat, surgió a partir de su afición por el modelado en porcelana fría, la versatilidad de las creaciones y la belleza de todo lo que se puede hacer con este material. “Vi un curso de apliques para bombillas, no dudé en tomarlo y tuve el apoyo total de mi pareja, luego le mostré lo que aprendí y él también comenzó a hacer muchas de las figuras”, refirió.
Como todo negocio que comienza, los primeros días no fueron fáciles. Los emprendedores tuvieron que tocar varias puertas, ganarse la aceptación del público, subir a las redes sociales sus trabajos y confiar en la publicidad de boca en boca.
“Nuestros primeros clientes fueron algunos amigos, familiares y conocidos. Poco a poco fuimos sumando a más gente que siempre quedaba encantada con sus encargos y nos hacía publicidad de boca en boca”, señaló Raúl.
En la tienda virtual de Mykure Creaciones se pueden encontrar objetos personalizados como bombillas decoradas, tazas, potes y choperas. Además cuentan con dijes, collares aros, llaveros, recuerditos para ocasiones especiales e imanes para heladera. Pero, eso no es todo, los servicios de fotografía, edición y creación de contenidos y el manejo de redes sociales también se encuentran disponibles.
“Seguimos creando productos novedosos, utilizando generalmente objetos reciclados, ya que tenemos el compromiso personal de cuidar el medio ambiente. Justamente, por eso es que elegimos el nombre de Mykure, al tratarse de un animalito que forma parte de nuestra fauna y que debe ser protegido”, puntualizó Montserrat.
La pandemia del coronavirus puso a prueba la capacidad de reinvención y previsión de la pareja de emprendedores. Como era de esperarse, conseguir materia prima, resultó ser una tarea complicada, puesto que las traen de Brasil y Argentina. Sin embargo, cuando se dio la alerta del ingreso del Covid-19 al país, se anticiparon y trajeron los suficientes materiales para cumplir con los pedidos de sus clientes.
Finalmente, la emprendedora instó a sus pares a animarse a probar y experimentar. “Si algo les llama la atención, si tienen una «asignatura pendiente» el momento preciso de concretarlo es hoy. Nunca es tarde para aprender y cumplir sus metas, tal vez se sorprendan con ustedes mismos y todo el potencial que guardaban y las cosas les salgan mucho mejor de lo que piensan”, concluyó.