/Papá ejemplar: Lleva 30 años vendiendo leche de vaca cruda y gracias a ello sacó adelante a su familia

Papá ejemplar: Lleva 30 años vendiendo leche de vaca cruda y gracias a ello sacó adelante a su familia

Ver a Don Vicente Ruíz Díaz y Doña María Elva Gómez, recorriendo barrios y entregando botellas de leche a la puerta de las casas, quizás a algunos los remonta a su infancia en el interior del país cuando iba a comprar leche de vaca de una granja o de un vecino, y otros por Asunción ver pasar la furgoneta del lechero. En fin sin importar la época ni el lugar, todos identificamos ese saborcillo y la nata que queda al hervir la leche cruda de vaca.

Teniendo tan solo 12 años, Vicente se vino para Asunción con la idea de trabajar y ayudar a su familia. Al llegar se le presentó la oportunidad de trabajar como repartidor de leche. Amaba tanto su trabajo que a los 18 años lo dejó y fue a trabajar en Clorinda con el fin de juntar dinero y cumplir su sueño de repartir leche en su propio vehículo. Tras volver empezó nuevamente a trabajar de repartidor pero ya con otra persona, un suizo que tenía un tambo. Después de mucho esfuerzo, superación y con 23 años logró independizarse. Hoy hace 30 años que vive de su negocio.

“Me gustaba mucho mi trabajo, no me importaba tener solamente un día de descanso al año, que era Viernes Santo e ir solo a fin de mes un ratito a mi casa para llevarle mi sueldo a mi madre. Recuerdo que cuando volvía en bus para Asunción soñaba con que algún día iba a tener mi propio reparto de leche» confiesa Don Vicente.

En 1987, hace 31 años, y estando a pasos de cumplir su meta, Don Vicente conoce al amor de su vida, María Elva Gómez, y forman una hermosa familia conformada por 2 hijos (una nena y un nene), a quienes sacó adelante gracias a la venta de leche.

“Al independizarme, seguí trabajando con mi ex jefe, el suizo, pero esta vez, yo compraba de él la leche para venderlo en mi propia camioneta, siempre llevamos una buena relación y hoy es parte de la familia. Con mi trabajo siempre mantuve a mi familia, nada nos faltaba», resalta Vicente.

Por su parte, María Gómez, en la casa, se dedicaba al cuidado de los niños y a la repostería, realizaba todo tipo de tortas para la comercialización, hasta que hace 16 años, decidió acompañar a su marido en su trabajo diario.

“Mi pasión era la pastelería, hacía todo tipo de tortas, y tenía muchos clientes, sin embargo con la aparición de confiterías, supermercados y demás, mi venta fue bajando, entonces decidí ser la compañera de trabajo de mi esposo, y fue así que desde el 2002 aproximadamente lo acompaño en su reparto, y me encanta trabajar con él», expresa entre risas Doña María Gómez.

Con más de 35 años de trabajo en el rubro de la venta de leche, Don Vicente Ruíz Díaz, hoy, a sus 53 años, desde Villeta, ciudad que lo vio nacer, sigue repartiendo leche cruda a varios barrios de Asunción, Lambaré y Guarambaré en compañía de su esposa.

“Mi motor principal siempre fue mi familia, y al convertirme en papá, mis hijos y esposa aún más me motivaron para luchar por mis metas. Ser padre de familia es todo un desafío y lo más importante es inculcar a los hijos la honestidad en todo lo que hagan, la vocación de servicio y el trato amable con los demás. Ayer cumplí 53 años y puedo decir que lo logré mi sueño y destacar la compañía de mi esposa que es el cimiento de mi hogar”, concluye Don Vicente.

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