/Un súper papá: En la mirada de sus hijos y esposa encontró fortaleza e ingenio para seguir tras su sueño

Un súper papá: En la mirada de sus hijos y esposa encontró fortaleza e ingenio para seguir tras su sueño

Sin importar cuantos años nos han pasado por encima y enterrado algunos sueños, nunca es tarde para rescatar aquellas metas que están reclamando un sitio en nuestras vidas. Carlos Correa es un joven padre y apasionado por la gastronomía, quien siempre soñó con tener una empresa propia en el rubro, y aunque en varios intentos fracasó, en la mirada de sus hijos encontró fortaleza e ingenio para seguir en marcha.

“Mi pasión por la cocina comenzó cuando era muy pequeño, pues me crié con mi abuela a quien la encantaba cocinar y yo siempre la ayudaba. A los 16 años viajé con mi mamá a Argentina y empecé a trabajar, hice de todo, desde albañilería hasta limpiar baños. Más tarde ingresé a trabajar en una famosa pizzería de un familiar, arranqué lavando platos, pero mi curiosidad y ganas de aprender me llevó a que la empresa me diera la oportunidad de estudiar cocina profesional y fue así que el 2011 empecé a capacitarme en el área”, confiesa Carlos.

A la par de trabajar, Carlos asistió durante 2 años a una institución de gastronomía, y a varios cursos que le permitieron crecer, todo lo que aprendía, lo ponía en práctica en la cocina de la pizzería. Estando a pasos de terminar su carrera, conoció al amor de su vida, Zonia Jara, oriunda de Pedro Juan Caballero con quien contrajo matrimonio y tuvieron dos hijos.

En el 2014, con la idea de tomarse unas vacaciones, la pareja se vino a Paraguay, y se instalaron en Pedro Juan Caballero, los días iban pasando mientras que familiares y amigos intentaban convencerlos para que ya no retornaran, no pasaron tres meses hasta que Carlos y Zonia decidieron quedarse.

“Hace 4 años, vinimos para unas supuestas vacaciones pero nos convencieron para quedarnos. Siempre escuché decir que aquí no hay trabajo, y es verdad para aquel que no sale a buscar, yo salí a buscar y lo encontré. Aunque mi sueño era abrir un local gastronómico, al quedarme en mi país significaba comenzar de nuevo, y ese anhelo se hacía más distante porque también tenía una familia que mantener, sin embargo decidí no volver y empezar de cero”, relata.

Con la esperanza de que en cualquier momento pondría en marcha su sueño, Carlos ingresó a trabajar en un restaurante, y en el transcurso de 1 año recorrió varios locales hasta que decidió arriesgarse y emprender.

“Con 14 años de trayectoria, sabía que estaba listo para emprender, mis hijos iban creciendo y mi sueño seguía sin materializarse. Mi esposa trabajaba en el área de belleza y acordamos organizarnos para cuidar de los chicos y fue así que comencé a trabajar de forma independiente”, afirma.

Con 1 kilo de harina y algunos ingredientes básicos, Carlos Correa puso en marcha Urban Foods , (Alimentos Artesanales).Fabricando bocaditos dulces y salados, para luego salir a comercializarlos, el joven padre de familia fue dando vida a su sueño.

“Este año decidí lograr mi meta, y hace unos meses arranqué con todo. Mi señora es mi apoyo, quien para ayudarme, decidió trabajar a domicilio por las tardes y por las mañanas quedarse con los niños. Mi día a día es levantarme temprano, preparar mis comidas, luego ir a hacer un programa radial, y por la tarde exclusivamente reparto. Mis productos están más orientado para la merienda, por mi horario, pero idea es tener un local propio, y sé que estoy a pasos”, concluye el padre ejemplar.

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