Hoy te contamos la historia de Édgar Cattebeke, quien ha logrado poner a Paraguay en el radar de la innovación industrial con su invento. Cattebeke es el creador de una máquina que carga hielo en bolsitas y heladitos de manera automática, una solución que está ganando popularidad en el mercado.
Originario de Benjamín Aceval y técnico superior en automatización y control industrial, Édgar lleva años perfeccionando sus habilidades. En su carrera profesional, trabajó en una reconocida empresa láctea, donde adquirió una vasta experiencia y conocimientos que hoy aplica en sus proyectos. «Tengo muchos años de experiencia, trabajé muchos años en una reconocida empresa láctea donde fui nutriendo mi conocimiento con experiencias. No es la primera máquina que fabrico, los clientes me piden y yo fabrico, hoy en día en Paraguay ya tenemos muchas herramientas y materiales, es decir, hay insumos», explica Cattebeke, destacando la importancia de los recursos disponibles en el país.
Aunque inicialmente la máquina fue diseñada para su uso personal, el video que compartió mostrando el funcionamiento del invento rápidamente captó la atención de muchos. La demanda creció a gran velocidad y hoy ya ha vendido 20 unidades. «Al principio solo la fabriqué para mí, pero la respuesta fue tan positiva que decidí ofrecerla al público. Es sorprendente cómo algo tan sencillo puede tener tanta aceptación», comenta el inventor.
El costo del ingenioso invento es de G. 15.000.000, ideal para los emprendedores que buscan incursionar en el negocio de la venta de hielo o helados. La máquina tiene la capacidad de cargar hasta 900 bolsitas por hora, con la posibilidad de ajustar la carga según las necesidades del usuario. Además, el aparato utiliza una bolsa especial que viene en rollo y se vende por kilo, lo que facilita su adquisición para los pequeños empresarios. Al cargar, la máquina también sella y corta automáticamente la bolsa, lo que hace el proceso mucho más eficiente y menos laborioso.
Don Édgar también facilita el contacto con el proveedor de este tipo de bolsas, brindando una solución integral para quienes desean emprender en la venta de hielo o helados. «Es importante que mis clientes tengan todo lo que necesitan para poner en marcha su negocio, no solo les vendo la máquina, sino que también les proporciono los insumos que van a usar», agrega.
Este invento no solo es un testimonio del talento paraguayo, sino también de la capacidad de adaptación y aprovechamiento de los recursos locales para crear soluciones tecnológicas innovadoras. La historia de Édgar Cattebeke es solo un ejemplo más de cómo el ingenio y la dedicación pueden abrir nuevas puertas en el mundo empresarial, consolidándose como un referente en la industria de la automatización en Paraguay.