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El arte de personalizar y dar vida al alma de los objetos

José Segovia es estudiante de la carrera de Ingeniería Electromecánica  y, además, cuenta que es un fanático seguidor de la cultura japonesa. Su atracción por la innovación, las nuevas tecnologías y el diseño, sumado a sus ganas de experimentar con la técnica de la sublimación y el estampado en vinilo ya sea en camisetas u otros soportes hicieron que pudiera emprender el negocio de sus sueños.

¡Hagámoslo! Esta fue frase que utilizó José Segovia cuando escuchó a la amiga de su hermana Nathy- hablar de sublimación y estampado en vinilo textil. Para este joven de 22 años, la película estaba clara: montar su primer negocio y que este tuviera una gran aceptación.

Unos meses después, como si fuera un niño con juguete nuevo, José Segovia compró e instaló los equipos de sublimado y estampado en la sala de su casa. El primer producto que personalizó fue un tazón para su uso personal y, feliz de que, a la primera prueba, haya resultado un producto con buen acabado dijo: “Aquí empieza todo. Voy a esforzarme, a practicar mucho y en un mes comenzaré a hacer promoción”.  Sin embargo, no contaba con que su hermana Nathy (quien desde el principio se sumó a la gran aventura de emprender) , se adelantaría a los acontecimientos y subiría fotos de los primeros productos en Instagram lo que lo obligó a acelerar el proceso de aprendizaje y a perfeccionar su técnica.

“Lo bueno de este trabajo es que cada día se aprende algo nuevo y es genial ver cómo la gente se siente satisfecha en cada entrega”, expresó.

Al principio, los primeros clientes de Dango fueron su madre, algunas tías y los primos más cercanos. De hecho, como el mismo emprendedor lo afirmó, hoy día es muy difícil salir adelante sin el apoyo familiar.

Con relación al nombre de la empresa, José Segovia contó que no existe ninguna estrategia de marketing detrás de la marca, sino que esta más bien revela un gusto personal. Y es que el emprendedor es un fanático seguidor de la cultura del Sol Naciente en la cual, el nombre Dango hace referencia a un postre muy codiciado por grandes y chicos.

Actualmente, la empresa ofrece variados modelos de tazas, hoppies, platos, remeras, almohadas, kepis, mouse pad y rompecabezas, todos ellos sublimados y personalizados de acuerdo a lo que busca el cliente. También tiene diversas propuestas en vinilo textil ya que se pueden personalizar todo tipo de telas como remeras, canguros incluso ropas íntimas.

“Trabajo desde casa, normalmente a la noche después de la Facultad, mientras que mi hermana Nathy se suma, al salir de su trabajo”, manifestó y agregó que sus productos pueden ser encontrados en la página de Instagram bajo el nombre de Dango.

Consciente de que no siempre se puede hacer todo lo que se quiere, José Segovia aconseja a sus pares emprendedores a tomar los desafíos que sean necesarios, pues con trabajo duro se llega a las metas. “En lo personal creo que los riesgos se tienen que tomar ya que si el miedo al fracaso nos detiene, ya hemos fallado”, concluyó.

Instagram: https://www.instagram.com/dango_impresiones/?igshid=eibq1fyqkf4u