Todo el mundo tiene talento, pero no todos saben desarrollarlo. A veces solo es cuestión de detenerse a pensar, identificarlos, ponerlos en práctica y afianzar nuestras fortalezas. Romina Peralta, es una joven quien supo descubrir una destreza latente en su vida y transformarlo en una ruta hacia el éxito.

«Estaba trabajando en el puesto de cajera cuando me convertí en mamá, era muy difícil dejar a mi bebé durante varias horas al día, pero no tenía otra opción que trabajar, con el paso del tiempo todo se volvía irresistible, hasta que mi hijo cumplió 3 añitos y yo trabajaba 12 horas, cuando un empujón de mi mamá me llevó a emprender», relata Romina.

Desde pequeña, el pasatiempo favorito de Romy era pintarse las uñas, y por ende en su casa contaba con un imperio de esmaltes. Con el paso de años, la madre de la joven viendo su destreza en la manicura, le propuso seguir unos cursos y trabajar en el área de forma independiente.

«Estaba cansada de mi trabajo cuando recibí un sacudido y empujón de parte de mamá. Recuerdo que en una ocasión cuando me estaba pintando las uñas al pasar me dijo:» Ya que tenés muchos esmaltes por qué no te capacitas y haces manicura mi hija?, lo cual despertó en mí una visión de negocio y comencé a investigar sobre el rubro», confiesa.

Decidida a cambiar el rumbo de su vida, Romina asistió a cursos de manicura y pedicura, y rápidamente comenzó a trabajar a domicilio. Pero eso no es todo, además de ser su propia jefa y dedicarle más tiempo a su hijo y familia, también empezó a fabricar sus propios adhesivos para uñas.

“Hace tiempo podía estar viviendo de esto, pero no me daba cuenta de mi talento, hasta que mamá me abrió los ojos, todo iba muy bien pero yo quería más, y en ese lapso aparece una amiga comentándome sobre una experta en adhesivos artesanales y tras contactarla asistí a un taller y con la ayuda de tutoriales logré fabricarlos, no fue fácil, al principio no me salía y aunque lloré, grité, zapateé no desistí jamás «, expresa entre risas.

A tres años de emprender, Romina Peralta, bajo su marca Nails Romy brinda servicio de manicura y pedicura, limpieza con exfoliación e hidratación con esmaltado tradicional, además fabrica y ofrece adhesivos artesanales para las uñas. Actualmente trabaja a domicilio, y los días sábados bajo reserva en un salón de belleza. Ahora su sueño es contar con su propio local.

“Plasmar todo ese arte en una uña, es un don de Dios, y es una gran satisfacción escuchar a mis clientas decir (no te cambio por nada).No hay sueño alguno que no se pueda realizar, cuando luchamos todo es posible y no necesitamos de otros para brillar, lucha por tus sueños y no desistas hasta llegar a la meta», reflexiona Romina Peralta.

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