Dario Acosta junto a Alberto Segovia, son los propulsores de un emprendimiento que busca refrescar tus días con una fría bebida tradicional muy solicitada por los paraguayos, conocida en tierra guaraní como «Mosto».

El primer paso de este joven emprendedor fue comprar un trapiche de última generación (molino utilizado para extraer el jugo de ciertos frutos de la tierra, en este caso la caña de azúcar), para luego seguir con la siguiente decisión: unir fuerzas con Alberto Segovia, quien contaba con un camión en el Botánico, utilizado para la venta de mosto; esto sin saber que con esta acertada elección se construían los cimientos de su exitoso emprendimiento.

«Mosto Express brinda a sus clientes, de manera rápida y al instante una bebida tradicional paraguaya, conservando siempre todas las propiedades de la caña de azúcar, y adaptándose a las exigencias de higiene en la manipulación y presentación de su producto principal: El Mosto. Que, además, utiliza agregados como: menta’i, mburukuja, limón Tahiti y otros» nos cuenta el dueño.

El nombre «Mosto Express» parte de la unión de estas dos palabras: «Mosto» y «Express»; la primera es, en nuestro país, el nombre de una de las bebidas tradicionales (pues en otros países tiene un significado diferente), y la segunda, debido al método de elaboración, que en esencia es rápido y al instante, una caraterística que lo diferencia de la competencia, que ofrecen un mosto ya verdoso por las horas pasadas desde su preparación.

El inicio de esta cosecha de éxitos, fue en ferias organizadas por la Municipalidad de Asunción, sobre la calle Palma. Fue ahí donde se dieron cuenta del impacto de sus productos, debido a la poca oferta que tiene este tipo de bebidas, pues antes la única opción era el mosto de los típicos carritos que encontramos en las calles de varias ciudades.

«Lo más importante es que no es simplemente un jugo de caña, sino un ‘viaje a un lindo lugar de tus recuerdos’, pues te lleva a cuando eras chico, y con tu padre o abuelo tomabas mosto o mordías un pedazo de caña», culmina el joven.