Antes de dedicarse a la cocina, Magdalena Franco, egresada de la carrera de ingeniería ambiental, aspiraba ejercer su profesión, sin embargo, la falta de oportunidad en su rubro, la decepcionó. No obstante, ante tal situación, la joven no se quedó de brazos cruzados sino siguió intentando hasta que su verdadera pasión la encontró.

«Al no encontrar oportunidad en una empresa de energía renovable, ingresé a trabajar como profesora de inglés  en una institución pero rápido me di cuenta que no era lo mío. Entonces me propuse no rendirme hasta descubrir algo que me gustara hacer y dedicarme de lleno para convertirlo en algo exitoso. Más adelante, gracias a mi mamá tuve el privilegio de estudiar en el Instituto Gastronómico de las Américas (IGA), cocina profesional y pastelería avanzada con excelentes maestros, y fue ahí que descubrí  que me gustaba cocinar», confiesa entre risas.La cocina, fue en ese lugar donde Magdalena Franco, inició la verdadera aventura de su vida. Entrando en la etapa final de su carrera gastronómica, la joven ilusionada con su nueva faceta profesional, comenzó a preparar sus primeros platos y a proyectarse en el rubro.

“Mi familia siempre fue mi primer jurado, eran muy exigentes, hasta ahora pasé todas las pruebas. La idea de emprender en el rubro nace en el 2016, inspirada en el trabajo de la chef Natalia Dos Santos, quien me adoptó como su hija gastronómica y siempre me ayuda desde la distancia. Ese mismo año, realicé mi primer servicio de catering con bocaditos salados gourmet y decidí lanzarme bajo la marca, La Cocina De Ña Nidia, en honor a mi abuela que amaba cocinar y servir a su familia», relata.

Hoy, a más de dos años de haber encontrado su verdadera pasión, la meta de Magdalena Franco es montar una cocina profesional. A diario, desde la cocina  de su madre prepara innumerables propuestas dulces y saladas para todo tipo de eventos.

La joven profesional resalta que las tortas personalizadas para ocasiones especiales son las más solicitadas, asimismo los  brownies, cookies, cheesecake, limón pie, torta red velvet, entre otros. Además de ser ingeniera ambiental y cocinera profesional, también es toda una fotógrafa, lo cual se refleja en las fotos de sus productos.

«Me quedo con esta frase que me encanta: el mundo necesita de personas que amen lo que hagan, de lo contrario tendríamos servicios mediocres y personas infelices. Hay que dar el paso de fe y creer que Dios nos da la capacidad de sobrellevar cada desafío», con estas palabras finalizó.

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